sábado, 7 de marzo de 2009

Si tu músico favorito se deja barba...

...tiembla. Porque entonces habrá iniciado un viaje sin retorno para convertirse en "artista".

Aunque esto suene a coña (que lo es) algo de cierto tiene, e incluso tiene base histórica. Ya he comentado cómo en los 60 el rock se pone serio y se complejiza. En ese viaje que se inicia hay un cambio fundamental en los músicos, que pasan de ser entretenedores a ser artistas. Pero no cualquier clase de artistas, no. Artistas bohemios. Digamos que esto de la bohemia ya lo había estudiado Bourdieu en "Las reglas del arte" refiriéndose a los novelistas del siglo XIX. Pero en los 80 Frith también utiliza ese concepto con los músicos de rock. El músico se convierte en un vividor, en una persona que vive ajena a las normas sociales, un ser genial, distinto, un personaje contracultural, casi peligroso, que "vive más de noche que de día", como cantan La Fuga. Y la barba ha sido uno de los elementos simbólicos que los músicos han utilizado para mostrar su madurez y su genialidad.

¿Ejemplos?Miles:

Fijaos que chicos más sonrientes y más bien vestidos.














¡Vaya pelos!¡Qué miradas!Tienen esa pose de "el rock no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más importante".














También hay que tener en cuenta el modelo "folk-leñador" que se impuso en los 60 con grupos como The Band o los Birds, y que aquí ha adoptado Quique González:















Por tanto, ya lo sabéis: cuanto más afeitado esté un músico, y más corto lleve el pelo, menos pretencioso será.

Y no puedo resistirme a poner el pequeño vacile de Santi Alcanda (clavadito a Moe) a los Hombres G con respecto a su "proceso de maduración" con su "White album" particular:


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