domingo, 11 de diciembre de 2011

A vueltas con los decibelios

Por desgracia el pasado viernes nos tocó vivir la desagradable experiencia de ver cómo cerraban una sala de música esgrimiendo motivos de decibelios para ello.

Para más inri no cerraban una sala cualquiera, lo hacía con Malandar, la nombrada mejor sala nacional del año anterior por la UFI, una de la asociaciones más serías cuando de música hablamos.

El cierre ocurrió mientras se desarrollaba la "delictiva" actividad de homenajear a los Beatles a un volumen normalizado cuando de amplificadores y conciertos tratamos.

El desaliento y las muestras de apoyo han sido generalizadas, muchos trabajadores implicados, y hasta me acordaba de los bares de alrededor que, indirectamente, también son actividades que se benefician del funcionamiento estable y constante que hasta la fecha ofrecía la sala Malandar en Sevilla.

Tiempo para recordar otros episodios, como la cancelación del festival Alamedeando, y se abren muchas dudas sobre el futuro musical y cultural de una ciudad que, no sin esfuerzo, estaba despertando por fin a nuevas inquietudes culturales a las que el público respondía activamente.

De nada sirve, aunque no sea un tema baladí, el "y tú más" para realizar comparativas con otras actividades "sevillanas" que, sin lugar a dudas, también generan sus propios decibelios. Luchemos por una ciudad plural, donde tengan cabida todo tipo de propuestas.

Finalmente, ante la repercusión del cierre, se anuncia reunión Ayuntamiento-propietario de la sala para buscar solución y...¿no podría haberse hecho antes? Quizás queda más fotogénico el posible perdón...