viernes, 13 de septiembre de 2013

Sé que no saldré de aquí (contigo)

Se aconseja leer acompañado de Take me out de Franz Ferdinand http://www.youtube.com/watch?v=GhCXAiNz9Jo

Sé que hace tiempo que me tendría que haber ido, dejar de esperarte pero no puedo hacerlo solo. La música me tiene hipnotizado y los rostros de la gente me parecen todos iguales.

Creo que no puedo moverme pero sin embargo estoy bailando sin parar, sudando y bebiendo desde hace ya algunas horas. Siento que si cierro los ojos podría morirme aquí mismo. Siento que si dejo de buscarte podría morirme aquí mismo.

Pero la música no para, la bebida tampoco y la gente no para de cruzar miradas conmigo. Te pido en silencio que me saques de aquí aunque tú no puedes saberlo, no sé dónde estás, no sé salir solo.

Ahora alguien me habla, disimulo que lo escucho pero no entiendo nada. Afirmo y niego con arbitrariedad y desánimo. No eres tú...no me interesa. No puede sacarme de aquí.

Mi mirada se cae, los ojos resisten en permanecer alertas. Espero que vuelvas por mi, sé que no volverás por mi pero no puedo moverme. Alguien me empuja, me indica la salida pero es en vano. La música sigue sonando, la gente me señala y me habla, ahora todos a la vez. Pero sólo tú puedes sacarme de aquí aunque sé que nunca saldré de aquí (contigo)

domingo, 1 de septiembre de 2013

Todo tiene su fin

Se aconseja leer acompañado de Todo tiene su fin de Medina Azahara http://www.youtube.com/watch?v=qIBVUwU55VU

Hay pocas cosas que conozcamos que sean eternas, ¿el espacio, la materia, los números?...todo lo que tiene un principio tendrá consecuentemente su fin.

Sí creo en cambio que haya amores que también cumplan con al menos muchas de las características de ser considerados "para siempre". Si bien la intensidad debe ser incalculable me quedo más con esa propiedad de perdurar a través del tiempo y la distancia para que un amor se eternice.

Si esto no ocurre estaremos constantemente sometidos a una vida cambiante, con cosas caducas a las que irremediablemente nos tenemos que acostumbrar a decir adiós o que nos digan adiós.

Hoy que comienza Septiembre recuerdo esas vueltas al cole en la cual le decías adiós a otro verano, ese que creerías sería el mejor de tu vida y aún se te hacía más cuesta arriba el volver a empezar.

Recuerdos y personas que se alejan, hoteles que te resultan más asumibles desde el punto de vista vital que tu propia casa que ya sabes que tampoco será eterna ni en contenido ni en continente.

Hoy que no me reconozco eterno ni relevante brindo por los buenos finales, como si de una oscarizada película se tratara y como si los buenos recuerdos no te abandonaran nunca y tornaran la tristeza del fin en la alegría del principio.