martes, 4 de noviembre de 2014

Las lanzas

Se aconseja leer acompañado de la lanza de Babasónicos https://www.youtube.com/watch?v=Lrn8XIU1xqM

Sonó el teléfono una vez, dos veces y a la que hizo tres respondió.

Escuchó con interés a su interlocutor sin que ninguna palabra ni reproche saliera de su garganta mientras su corazón ardía de impotencia. Al otro lado del teléfono su pasado le recordaba cada paso en falso, cada error voluntario, cada callejón sin salida.

Él siguió escuchando, hora tras hora, sintiendo como una lanza se hundía más y más en su alma sin que atravesara finalmente el cuerpo.

Las horas se hiceron días y exhausto se negaba a asumir lo que el pasado le dictaba. No quería dejarlo atrás. Colgó enérgicamente y salió a la calle con la lanza aún clavada. Él la sentía pero nadie lo miraba, nadie se percataba de ese dolor que ardía en su interior.

Volvió a casa, buscó en un listín telefónico el número del destino y sin pensarlo mucho marcó. Sin esperar respuesta colgó y sintió la lanza aún clavada como atenuaba su dolor y como cicatrizaba el orificio de entrada. Volvió a salir a la calle, orgulloso, altivo, sonriente. Y se subió de nuevo a su atalaya de carisma.

Fue exhibiendo su lanza como parte de él. Había sitio para más.

2 comentarios:

DDM dijo...

A esto es lo que se llama comunmente borrón y cuenta nueva. Hay que tirar p'alante!!!

Miguemusiqueando dijo...

Como los de Alicante!