miércoles, 14 de julio de 2010

El cierre de una sala y sus correspondientes reflexiones

La sevillana sala Q cierra a final de año. Una pésima noticia para todos los amantes de la música en directo y que además nos debe hacer reflexionar.

Personalmente me duele esta noticia doblemente. Por lo personal sólo he encontrado buenas maneras y facilidades a la hora de tratar con quienes se han encargado estos años de la sala y a los que espero haber correspondido siempre con mi labor y atención consciente de las dificultades que concierto tras concierto iban encontrando y recibiendo continua desatención por entidades públicas que sólo apuestan por la cultura de boquilla o se dan palmaditas en el pecho por traer a ACDC.

Pero la música no es sólo un macro-concierto anual, genial por otro lado, sino una oferta constante, una referencia de cada fin de semana, un lugar donde las giras no pasen de largo y salas donde los grupos noveles puedan asomar la cabeza y dejar que la gente los conozca sin que cada concierto les suponga una pérdida de dinero.

No quiero quedarme en lo evidente, quiero hacer autocrítica pues nosotros también somos culpables. Es cierto que estamos en crisis pero a muchos pagar más de 10 euros por un concierto les supone un imposible, una idea absurda en si misma salvo que el grupo en sí sea de campanillas o sea la "moda" de turno.

He presenciado conciertos con 4 amigos y la banda sobre el escenario (recuerdo un tributo a Miguel Ríos o a los Linkátropos, por poner algún ejemplo) pero prefiero quedarme con los buenos recuerdos que afortunadamente han sido muchos y que siempre irán ligados a esta sala a la que pronto diremos adiós. Será tras una maratón de conciertos en 4 meses ininterrumpidos para llenar el álbum musical y emocional de la sala Q.

Habana Blues Band, Loquilo, Bersuit, Iván Ferreiro, Lori Meyers, The Sunday Drivers, Love of Lesbian, Sidonie, Pereza, Zaguán, Los Delinqüentes, Quique González, José Ignacio Lapido, Mojinos Escozíos o La Selva Sur, entre otros forman parte de la historia de la sala y la mía propia. ¿y de la tuya?

Tras como titulan esta despedida en la propia sala, 100% Qultura, por un final digno.

3 comentarios:

Fer dijo...

Una pena Miguel, y cómo se queda de salas Sevilla?Alguna que pueda suplir ese hueco?

Miguemusiqueando dijo...

Haciendo un resumen:

Hay dos ya clásicas pero con aforo en torno a 300 personas. Hay algunas nuevas que no terminan de arrancar y con situación no muy céntrica.

La realidad es que carecemos de una buena sala en torno a las 1000 personas por la que al menos las giras nacionales pasen.

SE dijo...

Sin la Q muchos buenos conciertos que han venido a Sevilla en los últimos años hubieran sido imposibles, ergo ahora que nos quedamos sin ella nos quedamos sin esos conciertos.

No sé que más decir, salvo que se me coge un pellizco en el estómago nada más de pensarlo. Los dueños son colegas míos desde antes de tener la sala y he pisado su escenario tantas veces y con tantos proyectos distintos que no estoy seguro de poder enumerarlas todas... y ahora... ¿ahora Q?

Démosle las gracias al señor Montondeserrín. Seguro que si hicieran conciertos de sevillanas y bandas de SS estarían subvencionados a saco y no cerrarían ni a bombas.