viernes, 15 de agosto de 2014

Small town girl

Se aconseja leer acompañado de Don't Stop Believin' de Journey https://www.youtube.com/watch?v=VcjzHMhBtf0

Las chicas de pueblo tienen pocas opciones. Quizás te llamas Emily, quizás llevas toda tu vida sin salir de esas tres calles que conforman tu rutina. A lo mejor sueñas con escapar, con dejarte llevar por las estrellas que cada noche contemplas desde la ventana de tu vieja caravana entre los ronquidos y suspiros de papá y mamá.

Puede que trabajar de camarera aportara cierta emoción, sonreías a cada forastero fantaseando que alguno te enamoraría y te sacaría de aquel rincón de Budweisser y country enlatado. 

Cuando nadie te veía empuñabas el micrófono cantando bajito, tímida y precavida, sin que nadie supiera de tu voz ni de tu vida. 

Nadie te preguntaba si eras feliz, quizás porque todos conocían la respuesta. Bastaba con verte noche tras noche, tras la barra, entre espuma y anhelos sirviendo en dosis de pintas la cantidad diaria de soledad y frustración tolerable.

Un día paró por casualidad un chico urbanita en tu bar. No quería soledad ni frustración, al menos hoy no. Captó tu sonrisa, esa curva de labios invisible para la mayoría pero tan viva para él. Sin verguenza y animado por cada vez más amplia sonrisa y cada vez más generosa cerveza el forastero embelesó a Emily con historias de ciudades y gentes más allá del bar, más allá del mar. Con cuidado rozaban sus manos sobre la barra, invisibles a los demás, con feminidad Emily se giraba, orgullosa y erguida, a sabiendas de que era objeto de contemplación.

Aquella noche, Emily y el forastero hicieron el amor en un coche descapotable con las estrellas del desierto de testigo. Aquella noche la chica de pueblo dejó de ser esa paciente y resignada mujer que tal y como lo fue su madre, sólo se resignaba ante una vida plana, suficiente y anodina.

Aquella noche todo fue increíble, todo fue como un sueño donde el aire cálido y húmedo salpique de pasión un extraño lugar, sito en ninguna parte, sito en el corazón de Emily.

2 comentarios:

DDM dijo...

Cantos de sirenas??? A veces hay que luchar contra las frustaciones ajenas, sobre todo con las de los ascendientes... son quizás las más machacantes...

Miguemusiqueando dijo...

Las sirenas cantan sólo para quien quiere oirlas!