martes, 12 de mayo de 2009

Ese chico triste y solitario




Si tuve los destinos
Entre la razón y el loco desatino
Fue porque conocí juegos prohibidos
Para morir viví, Muero por estar vivo




Se va el maldito entre los malditos, haciendo realidad todos los rumores que tantas veces corrieron. Mientras que para algunos la tragedia vital es una pose, en Antonio se percibía como un sino que le ha perseguido hasta el final.

A pesar de talento y de su sensibilidad, Antonio Vega fue un artista discontinuo, que dejaba salir su magia con cuentagotas. Su discografía está plagada de canciones brillantes y emocionantes, pero nunca llegó a publicar un disco "redondo". En todos falta o sobra algo. Tampoco sus directos fueron especialmente vibrantes. En los últimos años su deterioro físico era notable, aunque se agarraba a la guitarra y al micro como quien coge un clavo ardiendo. Quizá la música es lo que le hizo sobrevivir a sus tormentos, a la pérdida de Marga.

Siempre me emociona mucho escuchar "Me quedo contigo", canción de los Chunguitos que Antonio versionó en "Escapadas". A pesar de que no estaba convencido de tocarla, Marga le convenció para hacerlo. Poco después Marga falleció, convirtiéndose la canción en un pequeño homenaje de Antonio hacia ella.



Encasillado siempre como cantautor y letrista, Antonio Vega ha sido un guitarrista potente, mucho más cercano al rock de lo que normalmente se ha creído. Ya en Nacha Pop algunas canciones jugueteaban con pop acelerado y el rock surfero. Y en solitario, discos como "No me iré mañana" o "De un lugar perdido" mostraban robustas canciones en las que la electricidad rodeaba sus textos.


Como me decía hoy un amigo, ahora nos esperan días de escuchar "Chica de ayer", canción icónica de Antonio, pero que probablemente no sea lo mejor de su repertorio. De las muchas versiones que he escuchado, tanto por parte de Antonio como de otros artistas, me parece que la más emocionante es la que firmó Germán Coppini en el disco de homenaje que se le hizo a Antonio en el 93.



Una de mis debilidades con Antonio es la versión que hizo de "La carretera" de los Hombres G, canción que en sus labios se torna en una bella "road-movie" musical



Frágil y bello, como sus canciones. Así era Antonio Vega. Hasta siempre.

9 comentarios:

jmgil dijo...

Muy emocionantes tus palabras y de las más acertadas de las muchas que hoy se han escrito sobre Antonio.

Un saludo.

Vitto dijo...

Adhiero el 100% de tus palabras. En el ultimo recopilatorio de Nacha Pop (Un día cualquiera...), creo que era el períodista Fernando Martin (el hermano del gran Guille) que decía que Antonio no tocaba la guitarra, la masturbaba.
Hasta siempre, Antonio.

Miguemusiqueando dijo...

En los últimos años pude verlo sobre un escenario, tanto en solitario como en ese resurgir de Nacha Pop. La verdad que la tristeza y la melancolía junto a su evidente deterioro físico acrecentaban aún más la sensibilidad de sus mejores canciones. En mi memoria quedará siempre ese hombre triste, cabizbajo y de su boca saliendo "el sitio de mi recreo"...

Guillermo Hoardings dijo...

Suscribo lo que dice jmgil: tus palabras son muy acertadas. Hay que destacar que no fue sólo el compositor de "La chica de ayer", que puede que no fuese su mejor canción, que era también un gran guitarrista y un gran intérprete de canciones de otros y que era irregular. Eso sí, a mí me parece que en "No me iré mañana" logró un disco tan perfecto como pueden llegar a ser los discos.

Fer dijo...

Hola Guillermo, un honor que te pases por aquí!

"No me iré mañana" me sorprendió mucho cuando lo descubrí, con temás muy guitarreros, pero mi favorito es "De un lugar perdido", aunque siempre me pareció un poco corto.

Nu dijo...

es muy triste, esperado pero triste...

dieGo dijo...

yo me quedo con " de un lugar perdido" es muy cortito sí, pero también me gusta eso, te dura lo justo para llegar al trabajo o a clase.

"3000 noches con marga" es demasiado denso para mí gusto, me quedo con el Antonio más sencillo, pero de este último disco destacaría "pasa el otoño" una pasada...

dieGo dijo...

Según Ángel Petisme, "nada hay peor que ser pretencioso, solemne y engolado. Hay artistas que quieren hacerse pasar por intelectuales y poetas y luego descubres que escriben sus canciones con libros abiertos de verdaderos poetas. Rascas un poco y no hay nada"

Leed el artículo de hoy en Público, sobre los cantantes poetas, Antonio Vega queda bien parado.

Fer dijo...

Está muy bien el artículo. Yo creo que una canción y un poema son cosas distintas, sobre todo en el pop-rock. Otra cosa son los cantautores, que en ocasiones supeditan la música al texto, ahí está la fuerza de sus canciones.

Me gusta lo que dice Wolf, "las canciones de ciertos autores están más cargadas de poesía que las de otros". Pero al final lo importante es lo que transmite la canción, más que el formato que se usa.