Ojos y lluvia

Se aconseja leer acompañado de No ha parado de llover de Maná http://www.youtube.com/watch?v=XaJpPilQv7k

Estaba absorto como acostumbraba en sus recuerdos y pensamientos con la televisión de fondo. Llevaba horas encendida pero en ningún momento le prestó atención.

Fue entonces cuando escuchó un sonido inconfundible a través de la ventana. Sentado junto a ella simplemente tuvo que girar levemente el cuello y ver llover. Desde pequeño le había gustado contemplar las gotas caer, más cuanto más intensa fuera la lluvia. Hoy se sintió pequeño y no podía apartar la vista de la calle.

Vio como la gente se apresuraba a subirse a un autobús y los imaginaba aliviados en su interior al encontrar refugio. Una señora de mediana edad mantenía una dura lucha contra un paraguas que primero no se abría y luego quería abrirse demasiado, en dirección contraria. También vio a un niño pequeño jugando con los charcos ante la regañina, más por cumplir que severa, de su padre. Del interior de un bar cercano se adivinaba actividad cafetera y una camioneta de reparto se apresuraba en la descarga aunque los encargados estaban ya desde hace un rato empapados.

Nadie paseaba tranquilo bajo la lluvia, las prisas llevaban el ritmo del agua al caer. Sin poder dejar de mirar la ventana acompasó sus lágrimas a la lluvia en una perfecta sincronía de recuerdos, pena y soledad.