miércoles, 6 de marzo de 2013

Private dancer

Se aconseja leer acompañado de Private Dancer de Tina Turner
 http://www.youtube.com/watch?v=d4QnalIHlVc
Clara habia realizado cerca de tres mil km en un incómodo autobús para llegar a la ciudad. Su sueño, algo inédito en la pequeña pedanía de la que pocedía, era entrar en la universidad y con esfuerzo y voluntad había conseguido plaza en el curso que ya empezaba.

Había invertido todos sus ahorros en la matrícula y en ese viaje en autobús que le pareció interminable. Confiaba en ganarse la vida alternando trabajo y estudio pues su familia poco podía aportarle económicamente. Clara tenía un as en la manga, una tía lejana vivía en la ciudad y en ella confiaba para alojarse.

Sin embargo todo se empezó a torcer cuando desde la bulliciosa estación se dirigió a casa de su tía cargada con una pequeña maleta y una mochila a la espalda de libros y sueños cargada. Su tía la recibió con sorpresa y desconfianza a partes iguales. Le ofreció una taza de café pero nada más. Ni una palabra sobre quedarse en su casa, ni un vago interés por Clara que, desde su timidez, fue incapaz de presionar ni insistir y se marchó desencantada y preocupada.

Sin dinero y angustiada llamó a una decena de pisos para compartir habitación confiando en que durante el mes en curso pudiera pagar el alquiler. Tras muchos no una chica compasiva aceptó el compromiso de Clara de pagarle en cuanto pudiera.

Y Clara puso todo su empeño en buscar trabajo pero para muchos había llegado tarde. Cafeterías, supermercados, tiendas de moda,...tenían cerradas sus plantillas y la nula experiencia de Clara tampoco ayudaba.

Un día a final de mes, desesperada ante su situación, vio un anuncio con letras grandes que decía CASTING, buenas retribuciones. Llamó y le concedieron una entrevista.

Entró en un club que por lo que intuía era de ambiente libertino. Un hombre de mediana edad la introdujo en un despacho, le hizo unas preguntas rutinarias y le dijo que tenía un cuerpo muy bonito. Clara se sonrojó inmediatamente, no estaba preparada para esa frase tan directa. Curiosa, ella misma se observó a si misma y a su proporcionada figura, como si no se conociera. El entrevistador pasó a relatarle en qué consistiría su trabajo y sus honorarios. Clara pensaba con dificultad, casi no escuchaba lo que le decían, sumida en un pensamiento donde vergüenza y la idea de volver y contemplar la cara de su padre diciéndole te lo dije...era una mala idea que te marcharas de casa y una pamplina el querer estudiar se debatían entre la espada y la pared.

Un sí, acepto, salió casi inapreciablemente de su boca. Comenzó a bailar, a ganar dinero. Pronto dejó aquella habitacion pequeña de alquiler de estudiante para irse a un apartamento para ella sola. Luego dejó la universidad. justo cuando se convirtió en la private dancer más codiciada de la ciudad. Ahora nadie la llama Clara, todos la conocen como Allegra.

No hay comentarios: