Elixir de juventud

 Se aconseja leer acompañado de El viejo de Pappo y Andrés Calamaro
http://www.youtube.com/watch?v=CNsi7YyadHY

Como si de un cambio de viento se tratara a modo de lo que pasaba en la película Mary Poppins, aquella mañana se despertó distinto. Se miró al espejo y no pudo callar una de las vocecitas que en su conciencia habitaba desde no hace mucho tiempo. Asumió que iba notando cómo iba envejeciendo, día a día, y asumió que muchos de sus recuerdos se contaban ya por decenas de años.

Sabía que algún día llegaría este momento, muchos se lo habían advertido, pero que no sería ningún día en concreto ni en particular. Se tomó unos minutos más, alejándose del espejo, consciente de la importante decisión que estaba a punto de tomar. De hecho, ya la tenía tomada. Se acercó al despacho y escribió una nota por si todo salía mal. Le habían advertido de las consecuencias y efectos secundarios de lo que estaba a punto de hacer pero los posibles beneficios valían la pena el riesgo. Para cerciorarse aún más de su acto se dirigió de nuevo al espejo, se fijó en sus incipientes arrugas y en sus ojeras fruto de tantas noches de insomnio y de fiestas. Y ya no dubitó más.

Hacia la caja fuerte se dirigió apresurado, tratando de no pensar demasiado. La abrió y allí estaba la pócima. Esa que sólo podría usar una vez, que le devolvería la juventud. Equivaldría a muchas sesiones de gimnasio, de cirujías y los recuerdos, especialmente los más nimios, podrían verse afectados. El corazón sin embargo permanecería inmune a sus efectos. Él no envejece, sólo ama o sufre. Con el frasco apoyado en sus labios volvió a dudar...